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14 de febrero de 2008

Partir el vidrio



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Optica Foto Suárez, era en realidad una antigua casa de fotografía de Martinez, que había adosado la sección "Óptica". Allí se revelaban fotos, se vendían rollos y cámaras fotográficas, y se sacaban fotos-carnet en una sala interior que llamaban el "estudio fotográfico". Más adentro había un laboratorio fotográfico para el revelado en blanco y negro. En ese lugar nadie era óptico, sólo yo, recién recibida y sin experiencia. La sección óptica estaba a mi cargo, yo era la "directora técnica".

Hice bien mi trabajo. Produje buenas ventas, y en seguida comencé a calibrar los anteojos, a mano, como se hacía entonces y hasta casi la década del noventa, en que aparecieron las calibradoras automáticas, que son computadoras que realizan el corte, rebaje y bisel de la lente de acuerdo a un molde.

Atendía al público, cortaba cristales en una máquina de cortar vidrio, y los biselaba en una moladora de piedra de carborundum, alimentada con agua por una bomba que la hacía circular mojando la piedra. Luego los colocaba en el armazón dilatándolo con calor.

La máquina de cortar vidrio, un verdadero progreso de la época, superador de la primitiva herramienta llamada"widia", no hacía menos manual a la técnica. Era algo así como la máquina de coser a pedal en relación a la costura a mano con aguja y dedal. Un gran progreso una en relación a la otra, pero una técnica manual las dos.

La máquina de cortar vidrio cambiaba apenas un poco la tensión psíquica que provocaba el trabajo de calibrado de anteojos.

Cuando pienso hoy en lo primitivo del método, no puedo creer que sea yo misma la que vivió tanto cambio en la técnica de calibrado. Si yo tuviera que emprender hoy el calibrado de anteojos con esos elementos primitivos, me sentiría absolutamente desesperada. Me negaría, desde todo punto de vista, a emprender una tarea tan ingente.

Pensar que cuando fui a tomar mi trabajo, iba dispuesta a hacerlo. Me causa escozor saber hasta a qué punto me había entregado al destino que yo no había elegido. Me causa temblor saber hoy, que sabiendo entonces lo que me esperaba, tuviera tal grado de resignación.

La tarea era muy desgastante, muy estresante, el riesgo de romper un vidrio era muy grande. No me daba cuenta entonces, de que la cosa era un poco diferente cuando el cortador era el propietario de la óptica. La ganancia que tenía el dueño de la óptica triplicaba el valor del cristal. Ese alto porcentaje de ganancia se debía justamente, a la alta probabilidad de perder la pieza, no una vez, sino también dos.

Pero yo era una empleada, y no se me había dicho que podía romper tranquila hasta dos veces el mismo vidrio. Para mí, cada vidrio que cortaba era un salto al precipicio, una ruleta rusa. Siempre me corrió un escalofrío en la espalda, en el momento de separar el cristal del excedente. Tanta responsabilidad hizo que prácticamente no se me rompiera nunca ningún vidrio. Si me hubiera relajado, se me habrían roto. Es imposible cortar vidrio sin ponerse en tensión.

Aunque no era sólo la pérdida de ganancia mi preocupación, sino la dificultad de retrasar el trabajo prometido, causando un conflicto con el cliente. Muchas veces las lentes tardaban varios días en confeccionarse. Romperse una lente significaba tal vez una semana más de espera, y un cliente desesperado y enojado. La perspectiva de la rotura de un vidrio en el proceso de calibrado, fue siempre demasiado insoportable para mí. Así que procuré que no sucediera, y eso fue a costa de soportar siempre la tensión.

Además, durante toda mi vida necesité silencio total alrrededor mío en el momento de partir el vidrio. Supongo que es como cuando un jugador está por patear un penal. Supongo que está tenso, que necesita concentración, y silencio. Yo podía estar conversando alegremente mientras trabajaba, pero menos cuando debía cortar el vidrio. Mi repentino pedido de silencio, hacía sorprender a cualquier interlocutor que tuviera en ese momento a mi lado.

Tuve siempre la sensación de que nadie entendía por qué yo pedía silencio tan de repente, y en forma terminante. El grado de sorpresa que manifestó siempre cualquier interlocutor en ese momento, revelaba que yo transmitía intempestivamente un insólito estado de conmoción.

La tensión que me acompañó decenas de miles de veces, tantas como cristales corté en treinta años de trabajo, fue un valor agregado a la resignación. Después de alguna jornada de trabajo dura y estresante, me solía venir a la mente como una ironía la frase de mi madre: ¡Qué linda profesión para una mujer!

Todo este cuento sobre mi sufrimiento no tendría sentido si no fuera destinado a señalar el afecto que fui construyendo en medio del dolor. Al paso del resentimiento, caminaba la ciencia óptica oftálmica dejándose conocer y degustar, abarcar y poseer. Fui conociendo de la óptica cosas asombrosas, cosas que se toparon conmigo en el camino. Como la estrecha relación de los defectos refractivos con el carácter de la persona. Como el curioso comportamiento del ojo, en su capacidad adaptativa. Como la imposibilidad de ser objetivo en la calificación de la propia vista.
Eva Row

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Pino Solanas, su política buitre y la resolución de Ballesteros

EN QUÉ CONSISTE LA POLÍTICA "BUITRE" DE SOLANAS 9/01/2010
Buitre, porque para conseguir el poder se alía estratégicamente con la derecha como un comensal, y la alienta al proceso de destruir al Gobierno creyendo poder así alzarse con el poder al fin de la destrucción, porque confía en que su discurso más verborrágico e incendiario que el de la misma derecha, va a poder eclipsarlo y finalmente va a poder liderar el último tramo de la destrucción y alzarse con el poder.
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RESUELVO: 1) SOBRESEER DEFINITIVAMENTE en la presente causa N° 14467(expte 7723/98) en la que no existen procesados (art. 434 inc. 2° del Código de Procedimientos en Materia Penal) 2) REMITIR copia de la presente resolución (mediante disco) y poner las actuaciones a disposición de las HONORABLES CAMARAS DE SENADORES Y DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LA NACION para su consulta o extracción de copias de las piezas procesales que se indiquen a los efectos que estimen conducentes. TEXTO DEL FALLO Leer comentarios

Cuentos de vida

12/02/2008 EL HOMBRE DEL PODRIDO TORNILLO(cuento)
Voy caminando sin mucho apuro para abrir mi óptica. Desde lejos veo que alguien que no conozco está frente a la puerta. El hombre consulta el reloj en su muñeca. Cruza los brazos sobre el pecho. Levanta la cabeza hacia el cielo. Baja luego la cabeza y mira sus zapatos. Descruza los brazos y mete las manos en los bolsillos. Termina la secuencia espasmódica descansando su esqueleto sobre un auto estacionado, mirando la puerta cerrada de la óptica. Vuelve a mirar el reloj. Sigue...
22/02/2010 - UN ÁNGEL EN COLECTIVO (relato)
Yo estaba tan embarazada, que había pasado la fecha de parto y mi familia me cargaba con la siguiente pregunta ¿y cuándo vas a parir? Y yo me reía, esperando que la naturaleza se ocupara en cualquier momento de que llegara mi bebé.
Lady D también estaba embarazada de su primer hijo. El papá de mi hijo decía que nuestro bebé tenía mejor ajuar que el hijo del Príncipe Carlos. Eran épocas de todo importado, y yo, eufórica por mi maternidad, había comprado el mejor cochecito de Harrod's y las ropas y utensilios para bebé, de lo más hermosos que encontré. Leer completo...
06/03/2008 - LOS GLADIOLEROS (cuento)
En el baño empezó a gotear la ducha. Hace de esto cinco años. Llamé a uno de esos brujos de la humanidad que atesoran saberes aquilatados y añejados en paneles de roble, uno de esos que miramos las mujeres agachando la cabeza, reconociendo nuestra inferioridad por efecto de la prueba contundente.
El plomero, que aparece con su bonete inmenso sobre el cual tiene una estrella, trae consigo herramientas que como la varita mágica, sólo obedecen a su secreto conjuro. La casa es un poco vieja, me dijo al irse, la próxima vez no le va a poder cambiar el cuerito a la canilla, va a tener que cambiar los caños. La sentencia estaba echada.
Cinco años después, es decir, ahora, se volvió a romper el cuerito y volvió a gotear la ducha. Leer más...
9/10/2008 - LOS JUDÍOS Y LOS REYES MAGOS (cuento)
Era la mañana del 6 de enero de 1954. Verano. En ese año yo iría al colegio por primera vez. Era la hija mayor de un matrimonio de judíos polacos inmigrantes. Teníamos un local de comercio seguido de vivienda, como había entonces. En el local, estaba mi papá. En la cocina de la vivienda, estaba mi mamá haciéndome el desayuno. Mis dos hermanitos, de 3 y 4 años, estaban aún en las cunas. Yo desayuné, y como hacía todos los días, salí a la calle a jugar con mis amiguitas. Serían las 10 de la mañana. Salgo a la calle y lo primero que veo es que todas mis amiguitas están juntas, y tienen algún juguete en la mano. Me extrañó muchísimo.
La Susi, mi mejor amiguita, tenía una enorme muñeca de trapo que yo no conocía, y la abrazaba y la ponía en el suelo a caminar, y la muñeca blanduzca se bamboleaba sacudiendo las trenzas rubias de hilos de lana de tejer.Leer Más...
16/09/2008 - MI LIBRO DE LECTURA DEL 55 (cuento)
El 16 de septiembre de 1955 yo tenía siete años, y estaba en "primero superior" (hoy segundo grado) de la escuela primaria.
La Revolución Libertadora trajo un cambio a la Escuela. Desaparecieron los carteles que cubrían las paredes en su parte superior tocando el techo de mi aula. De letras inmensas, decían "Segundo Plan Quinquenal-Perón cumple-Evita dignifica". La palabra "quinquenal" me encandilaba con sus sonidos juguetones, y no entendía bien qué quería decir "dignifica".
La presencia de Perón y Evita se trocó por paredes ascépticas, vacías, que me impresionaron cuando volví a la Escuela, después de unos días de asueto. El retrato de San Martín lucía ahora solitario y único símbolo del aula, como frío testimonio en blanco y negro de una historia lejana, sin la companía de aquellos carteles de colores alegres, de fondo amarillo y letras rojas, que representaban cosas del presente. Leer más...
13/11/2008 - GUEFILTE FISH (cuento)
Como yo soy la intelectual de la familia, mi cuñada Rivke me tiene envidia. ¿Qué creías? Te voy a contar lo que pasó. Era Rosh Hashaná y mamá invitó a hacer fiesta en su casa. Yo no le dije que no, ¿qué, acaso quiero cocinar para diez personas? Si a ella le gusta, que lo haga ella. El día que no esté mamá, va a ser otra cosa. Ahí voy a tener que cocinar yo, porque no voy a esperar que mi cuñada aprenda a cocinar, ni voy a comer esas porquerías que hace que no tienen gusto a nada.
Bueno, te estaba diciendo. Resulta que me puse a leer la historia del guefilte fish, en un libro antiguo de cultura idish. Vos sabés que a mí me gustan los libros, no voy a dejar de leer libros sólo para que mi cuñada no se sienta mal. Entonces leí que el guefilte fish estaba formado por tres distintas clases de pescado por una razón. Yo siempre me pregunté cuál serìa la razón de que fuera necesario hacerlo de distintos pescados. Leer más...
24/12/2008 - UN CUENTO DE NAVIDAD (cuento)
A pesar de ser judía, celebré Navidad mientras duró el matrimonio con el padre de mi hijo, que murió en el año 1994. Era gallego, socialista y agnóstico, pero le encantaba la Navidad, una costumbre que su madre engalanaba con una enorme Empanada a la Gallega que quedó en la memoria de sus cinco hijos. La Empanada a la Gallega de Doña Encarnación, a quien no tuve el gusto de conocer porque llegué tarde a la vida de esa familia, se repetía cada Navidad, con el consiguiente comentario obligado, “nada que ver con la que hacía la vieja”.

Mi nene era muy chiquito, recién ese año se había dado cuenta del personaje de Papá Noel. Su papá se disfrazaba y hacía las delicias de todos los chicos. Le habíamos dicho que iba a venir Papá Noel, con una bolsa de regalos. Leer más...
04/05/2008 - BUNGE ME SALVÓ LA VIDA (relato)
Bunge me salvó la vida con el mismo extraño mecanismo con el que mi hermanito descubrió la palmeta. Primero cuento la historia de mi hermanito. Después retomo con Bunge.
Capítulo 1. El extraño caso de mi hermanito y la palmeta
Un día apareció Raid.
Un aviso novedoso decía por televisión: ¡con la palmeta NO! ¡Llegó Raid! y aparecía en un dibujo animado, una palmeta estrellando insectos en la pared enchastrada de moscas aplastadas, y luego una señorita disparando el Raid por el ambiente. Mi hermanito y yo estábamos mirando televisión, y ambos nos asombramos. Leer más...