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30 de septiembre de 2008

Las razones de la Clase Media


Tira cómica Ramona


¿Cómo se forjó esa gloriosa clase media argentina tan extensa, que todos extrañamos? La extensión es en parte un espejismo, porque obreros y clase media consumían más o menos lo mismo durante mucho tiempo en nuestro suelo. Hubo una curiosa homogeneidad en la vida de la mayoría de los argentinos, fueran obreros o de clase media. Ambos dos llenaban bien la olla de puchero o se ponían un buen bife a asar a la plancha en la cocina, sin que hubiera diferencias. Se sabe de dónde salieron los obreros, pero ¿de dónde salió la clase media argentina? ¿fueron obreros que ascendieron de clase?

Durante el primer Gobierno de Perón, tanto la industria como toda actividad que reclutara asalariados, se vió forzada a repartir sus ganancias con la "clase proletaria" gracias a la sindicalización y las leyes de protección social. No fueron los obreros de fábrica los que ascendieron a la clase media. Ellos terminaron sus días en la casita del conurbano, comiendo verdura de una huertita plantada en “el fondo” , en el que no faltaba el gallinero que proveía de pollos y huevos. Algunos sobreviven, como don Ayala, que se vino del Chaco a los dieciséis años en el 48, abandonando el destino cruel del obraje maderero, y fue obrero toda la vida en la Capital. Fundó una familia de seis hijos, y hoy viudo sigue en la misma casita del conurbano, con una linda jubilación, y un kiosco abierto del comedor a la calle, como para no aburrirse ni llorar porque extraña el mate que le cebaba la vieja.

Los que hicieron la clase media fueron los que salieron de mucamos y porteros, a ponerse el almacén. Fueron los que pasaron de artesanos por cuenta propia o “dependientes”, a organizar sus talleres propios y establecer comercios de todos los ramos. Fueron los que salieron de las colonias de las comunidades, cansados del trabajo de campo, a establecer comercios en la ciudad con los pesos juntados en tantos años de trabajo. Esta clase media fue posible porque creció el salario del obrero durante el Peronismo y el mercado de consumo pasó de ser de una èlite de cuatro locos a ser masiva. Todos los comerciantes sabían que en la Argentina, el que gasta es el obrero.

Todos, obreros, asalariados e independientes, podían comprarse la casa. El obrero, compraba un terreno a plazos con hipoteca del Banco Hipotecario en el conurbano, y se levantaba las paredes el fin de semana. El comerciante y tallerista, en las ciudades, compraba la casa gracias a la Ley de Propiedad Horizontal sancionada despuès de una dolorosa prórroga de la Ley de Alquileres que hizo Perón mientras preparaba la novedosa y revolucionaria propiedad horizontal. Esa estrategia en beneficio popular, decidió “voluntariamente” a los propietarios de edificios de renta, a desprenderse de los departamentos por los cuales estaban cobrando “chauchas y palitos”. Así, con mucha ayuda del Estado Peronista, se conformó una clase obrera con beneficios y asistencia pública, y una clase media cuentapropista. Laburando unos y otros como burros, la verdad.
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Los hijos de la ciudad, se volvían profesionales, empleados de comercio, empleados de Banco, oficinistas de empresa pública o privada, y aspiraban a hacer propios los códigos sociales del salón elegante, modelo impuesto en las películas de Artistas Argentinos Asociados, Argentina Sono Film, etc., que los días "de damas" se proyectaban a mitad de precio en todos los cines de barrio, a los que concurrían las madres de familia los martes y miércoles.

Otros, seguían el camino familiar de obrero de fábrica o talleristas mecánicos, o ejerciendo de oficios libres como albañil, plomero, electricista, panadero o modista de barrio.

En esos años gloriosos, los asalariados entendieron lo que les diò el Peronismo, pero los otros no lo entendieron nunca. A unos los protegìan las leyes del Estado que cuidaban el salario, a los otros los criaba el mercado que les parecía generado por obra del “espìritu santo”, sin entender que el mercado había sido creado gracias a las leyes que protegìan al asalariado y por ende les había dado capacidad de consumo.

¿Qué podía entender del Peronismo esa clase media devenida ayer de los barcos, de la miseria europea, algunos de cuyos individuos eran semi·analfabetos y apenas aprendían a hablar castellano? Claro que eran buena gente y laburadora, pero el Peronismo les era ajeno, y encima solía echarles a ellos la culpa del “aggio y la especulación”.

En una época, cuando los tanos levantaban el precio de la verdura en el mercado Spinetto a pesar de que el Gobierno había fijado los precios, podía venía un inspector por una denuncia anónima, a clausurarle el puesto con las cámaras del Noticiario Argentino y lo escrachaba al pobre tano en la función de cine de barrio, todos los dìas durante un mes.

Un tano de mi barrio no quiso salir a la calle de la verguenza todo ese mes. El hijo tiene hoy una verdulerìa en un local que le compró el papá, un departamento de tres ambientes y una 4×4 en vez del camión, y dos hijas que estudiaron en la Universidad de Belgrano, y por supuesto, odia a Cristina, y está con "el campo" porque son gente que se levanta temprano.

Don Marcelino Pérez, que vino de España y fue directo a cargar bolsas al puerto, al poco tiempo entró de mozo en la Confitería Ideal de la calle Suipacha. Hizo la carrera de mozo y llegó a maitre, cuando los dueños le ofrecieron comprar la Confitería al personal. Don Marcelino y cuarenta y pico de socios la compraron y él pasó a estar detrás de la caja. El Gobierno de Perón le había puesto precio fijo al café en pocillo en las confiterías, pero como a las cinco de la tarde la Confiterìa empezaba a ofrecer música al piano tocada en vivo, se habìa logrado poder cobrar un precio más alto por el café, eso sì, después de las cinco de la tarde. Una vez entraron dos tipos bien vestidos a las cinco menos cuarto y pidieron dos cafés. A las cinco y cuarto pidieron la cuenta, y Don Marcelino les cobró el precio del café con espectáculo de piano. Se lo llevaron en cana. Uno de los hijos de Don Marcelino se hizo gorila a punto de celebrar todos los años la Revolución Libertadora.

Andá a decirle al hijo de Don Marcelino que entienda que el viejo hizo la guita gracias a Perón, y que si no fuera por eso se hubiera muerto siendo mozo, o levantando bolsas en el puerto.

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Pino Solanas, su política buitre y la resolución de Ballesteros

EN QUÉ CONSISTE LA POLÍTICA "BUITRE" DE SOLANAS 9/01/2010
Buitre, porque para conseguir el poder se alía estratégicamente con la derecha como un comensal, y la alienta al proceso de destruir al Gobierno creyendo poder así alzarse con el poder al fin de la destrucción, porque confía en que su discurso más verborrágico e incendiario que el de la misma derecha, va a poder eclipsarlo y finalmente va a poder liderar el último tramo de la destrucción y alzarse con el poder.
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RESUELVO: 1) SOBRESEER DEFINITIVAMENTE en la presente causa N° 14467(expte 7723/98) en la que no existen procesados (art. 434 inc. 2° del Código de Procedimientos en Materia Penal) 2) REMITIR copia de la presente resolución (mediante disco) y poner las actuaciones a disposición de las HONORABLES CAMARAS DE SENADORES Y DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LA NACION para su consulta o extracción de copias de las piezas procesales que se indiquen a los efectos que estimen conducentes. TEXTO DEL FALLO Leer comentarios

Cuentos de vida

12/02/2008 EL HOMBRE DEL PODRIDO TORNILLO(cuento)
Voy caminando sin mucho apuro para abrir mi óptica. Desde lejos veo que alguien que no conozco está frente a la puerta. El hombre consulta el reloj en su muñeca. Cruza los brazos sobre el pecho. Levanta la cabeza hacia el cielo. Baja luego la cabeza y mira sus zapatos. Descruza los brazos y mete las manos en los bolsillos. Termina la secuencia espasmódica descansando su esqueleto sobre un auto estacionado, mirando la puerta cerrada de la óptica. Vuelve a mirar el reloj. Sigue...
22/02/2010 - UN ÁNGEL EN COLECTIVO (relato)
Yo estaba tan embarazada, que había pasado la fecha de parto y mi familia me cargaba con la siguiente pregunta ¿y cuándo vas a parir? Y yo me reía, esperando que la naturaleza se ocupara en cualquier momento de que llegara mi bebé.
Lady D también estaba embarazada de su primer hijo. El papá de mi hijo decía que nuestro bebé tenía mejor ajuar que el hijo del Príncipe Carlos. Eran épocas de todo importado, y yo, eufórica por mi maternidad, había comprado el mejor cochecito de Harrod's y las ropas y utensilios para bebé, de lo más hermosos que encontré. Leer completo...
06/03/2008 - LOS GLADIOLEROS (cuento)
En el baño empezó a gotear la ducha. Hace de esto cinco años. Llamé a uno de esos brujos de la humanidad que atesoran saberes aquilatados y añejados en paneles de roble, uno de esos que miramos las mujeres agachando la cabeza, reconociendo nuestra inferioridad por efecto de la prueba contundente.
El plomero, que aparece con su bonete inmenso sobre el cual tiene una estrella, trae consigo herramientas que como la varita mágica, sólo obedecen a su secreto conjuro. La casa es un poco vieja, me dijo al irse, la próxima vez no le va a poder cambiar el cuerito a la canilla, va a tener que cambiar los caños. La sentencia estaba echada.
Cinco años después, es decir, ahora, se volvió a romper el cuerito y volvió a gotear la ducha. Leer más...
9/10/2008 - LOS JUDÍOS Y LOS REYES MAGOS (cuento)
Era la mañana del 6 de enero de 1954. Verano. En ese año yo iría al colegio por primera vez. Era la hija mayor de un matrimonio de judíos polacos inmigrantes. Teníamos un local de comercio seguido de vivienda, como había entonces. En el local, estaba mi papá. En la cocina de la vivienda, estaba mi mamá haciéndome el desayuno. Mis dos hermanitos, de 3 y 4 años, estaban aún en las cunas. Yo desayuné, y como hacía todos los días, salí a la calle a jugar con mis amiguitas. Serían las 10 de la mañana. Salgo a la calle y lo primero que veo es que todas mis amiguitas están juntas, y tienen algún juguete en la mano. Me extrañó muchísimo.
La Susi, mi mejor amiguita, tenía una enorme muñeca de trapo que yo no conocía, y la abrazaba y la ponía en el suelo a caminar, y la muñeca blanduzca se bamboleaba sacudiendo las trenzas rubias de hilos de lana de tejer.Leer Más...
16/09/2008 - MI LIBRO DE LECTURA DEL 55 (cuento)
El 16 de septiembre de 1955 yo tenía siete años, y estaba en "primero superior" (hoy segundo grado) de la escuela primaria.
La Revolución Libertadora trajo un cambio a la Escuela. Desaparecieron los carteles que cubrían las paredes en su parte superior tocando el techo de mi aula. De letras inmensas, decían "Segundo Plan Quinquenal-Perón cumple-Evita dignifica". La palabra "quinquenal" me encandilaba con sus sonidos juguetones, y no entendía bien qué quería decir "dignifica".
La presencia de Perón y Evita se trocó por paredes ascépticas, vacías, que me impresionaron cuando volví a la Escuela, después de unos días de asueto. El retrato de San Martín lucía ahora solitario y único símbolo del aula, como frío testimonio en blanco y negro de una historia lejana, sin la companía de aquellos carteles de colores alegres, de fondo amarillo y letras rojas, que representaban cosas del presente. Leer más...
13/11/2008 - GUEFILTE FISH (cuento)
Como yo soy la intelectual de la familia, mi cuñada Rivke me tiene envidia. ¿Qué creías? Te voy a contar lo que pasó. Era Rosh Hashaná y mamá invitó a hacer fiesta en su casa. Yo no le dije que no, ¿qué, acaso quiero cocinar para diez personas? Si a ella le gusta, que lo haga ella. El día que no esté mamá, va a ser otra cosa. Ahí voy a tener que cocinar yo, porque no voy a esperar que mi cuñada aprenda a cocinar, ni voy a comer esas porquerías que hace que no tienen gusto a nada.
Bueno, te estaba diciendo. Resulta que me puse a leer la historia del guefilte fish, en un libro antiguo de cultura idish. Vos sabés que a mí me gustan los libros, no voy a dejar de leer libros sólo para que mi cuñada no se sienta mal. Entonces leí que el guefilte fish estaba formado por tres distintas clases de pescado por una razón. Yo siempre me pregunté cuál serìa la razón de que fuera necesario hacerlo de distintos pescados. Leer más...
24/12/2008 - UN CUENTO DE NAVIDAD (cuento)
A pesar de ser judía, celebré Navidad mientras duró el matrimonio con el padre de mi hijo, que murió en el año 1994. Era gallego, socialista y agnóstico, pero le encantaba la Navidad, una costumbre que su madre engalanaba con una enorme Empanada a la Gallega que quedó en la memoria de sus cinco hijos. La Empanada a la Gallega de Doña Encarnación, a quien no tuve el gusto de conocer porque llegué tarde a la vida de esa familia, se repetía cada Navidad, con el consiguiente comentario obligado, “nada que ver con la que hacía la vieja”.

Mi nene era muy chiquito, recién ese año se había dado cuenta del personaje de Papá Noel. Su papá se disfrazaba y hacía las delicias de todos los chicos. Le habíamos dicho que iba a venir Papá Noel, con una bolsa de regalos. Leer más...
04/05/2008 - BUNGE ME SALVÓ LA VIDA (relato)
Bunge me salvó la vida con el mismo extraño mecanismo con el que mi hermanito descubrió la palmeta. Primero cuento la historia de mi hermanito. Después retomo con Bunge.
Capítulo 1. El extraño caso de mi hermanito y la palmeta
Un día apareció Raid.
Un aviso novedoso decía por televisión: ¡con la palmeta NO! ¡Llegó Raid! y aparecía en un dibujo animado, una palmeta estrellando insectos en la pared enchastrada de moscas aplastadas, y luego una señorita disparando el Raid por el ambiente. Mi hermanito y yo estábamos mirando televisión, y ambos nos asombramos. Leer más...