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21 de agosto de 2009

LOS VERDADEROS CULPABLES DE CROMAÑON

El incidente ocurrió pasadas las 9, en la Escuela Normal Nº 5 "Héroes de Malvinas", en Crámer 2136. "Estábamos en el recreo y se empezó a ver humo en el primer piso —contó Débora, de 1º año, en diálogo con Radio Del Plata—. Era insoportable el olor: nos dolía la nariz y empezamos a toser". Después se enteró de que alguien había tirado cinco bengalas de humo en el primer piso y otras dos en la planta baja.
De Cromañón son culpables la Sociedad Rural, los militares, Menem y sus amigos empresarios, involucrando también al curioso partido que se dice peronista, pero a pesar de ello llevó a la candidatura a presidente a un individuo que vendió los restos del patrimonio del Estado. De un Estado que fue poderoso en la era peronista del primer gobierno de Perón. De un Estado que la alta burguesía y los militares del úlitmo medio siglo se encargaron de destruir sin desmayo y que un peronista, nada menos, terminó de deshacer para siempre. Porque el Estado que hoy tenemos no es aquél, sino uno nuevo que nació milagrosamente de las cenizas.

Ellos son los culpables, y por supuesto el FMI, de que hubiera a fin de siglo XX, en nuestro querido suelo, una juventud rockera que había encontrado nada menos que en
la bengala y en la pirotecnia su modo de gastar en estallidos desafiantes y luminosos, la energía sin consumir, acumulada por falta de trabajo, por falta de plata, por falta de ilusiones, por el país que estábamos viviendo, sin futuro a la vista.

Este símbolo juvenil que fue la
bengala, además del llamado de atención escandaloso, está entreverado con una dosis cierta de riesgo, que denuncia el poco valor con el que se mide a la vida propia. A pocos meses de Cromañón, hubo que evacuar una Escuela en el barrio de Belgrano por estallido de bengalas dentro del edificio escolar. Hubo alumnos con principio de asfixia y hubo caos. Las bengalas se tiraron como manifestación de protesta contra la presencia de Bush en el país (¡!).
http://www.clarin.com/diario/2005/11/04/laciudad/h-05415.htm

Dicen que la
bengala estallaba en cualquier lado donde hubiera juventud de nivel popular, así fuera en un recital de la correcta Soledad. Dicen que era un signo con el cual habían hecho simbiosis de sentido, del cual no hubieran podido prescindir hasta las últimas consecuencias. Recital de Callejeros era igual a juventud oyendo letras que sangran por las heridas de las ilusiones vanas, y era igual a bengala que estalla.

Haciendo un poco de historia reciente de cómo fuimos a parar con nuestros huesos a
Cromañón, tenemos que mirar cómo fue y cómo llegó a nuestros días el Estado Argentino. Porque efectivamente las muertes de Cromañón son culpa del Estado, que abandonó a su suerte a todos sus habitantes. Lo importante es saber quiénes son los responsables de lo que pasó con el Estado Argentino; esos son los responsables de las muertes de los chicos de Cromañón. Esos son los verdaderos responsables. No es Ibarra, no es Chabán, no es Callejeros.

Ese Estado destruído por la alta burguesía argentina, que fue corrupto en todos los tiempos, con una corrupción endémica que no es secreto para nadie que haya vivido una cuántas décadas, fue recibido por Ibarra, en la Ciudad, primero, y por Kirchner, después, en la Nación, en estado de descomposición. Descuajeringado, arruinado, desnaturalizado, quebrado, abandonando a la deriva a todos sus ciudadanos, cuanto menos ricos, más desgraciados.

Me consta, porque tengo un local de comercio, que los Inspectores Municipales fueron siempre el rostro más descarnado e inmediato de la corrupción estatal, una mafia enquistada en el esqueleto del Estado que sobrevivió autárquicamente a todos los gobiernos del signo que fueran. Destinados al
incumplimiento de sus funciones y al cobro de la coima para perdonar cualquier ilícito, juntaban plata cada uno por su cuenta, y la repartían con el Jefe de Inspectores en alguna esquina o bar. En alguna jornada, toda la recaudación iría para alguien un poco más arriba, o un poco más al costado, como el Comisario, cuando se trataba de inspeccionar prostíbulos, por ejemplo. (El Comisario de la séptima de hace unos cuantos años, se terminó casando con "la gallega", la dueña de un hotel-prostíbulo de cuarta, que funcionaba cruzando la esquina de la óptica.)

Una vez me contó un inspector que su Jefe era una alma de Dios, que un día les pidió toda la recaudación para ayudar a un verdulero que tenía a su hija en espera de un trasplante. Este mafioso Jefe de Inspectores de Once, decía que no sentía culpa de robarle a los comerciantes, que eran todos ladrones, que le robaban "al pueblo". Me ofreció una vez un servicio que yo jamás había imaginado que mis oídos iban a escuchar la oferta. Le conté de un amigo que me había estafado, y él me largó enseguida la pregunta siguiente: ¿Querés que te lo mande matar? No, gracias, le dije, mientras se me revolvían las tripas observando la calidad del elemento que estaba en funciones en nombre de la
Santa Inspección Municipal.

Me consta que Ibarra quiso, intentó, desarticular esa mafia poniendo nuevos inspectores jóvenes, pero también me consta cómo éstos fueron perseguidos por la maraña mafiosa que estaba enquistada dentro de la Municipalidad diseminada en múltiples funciones y puestitos secundarios, poniéndoles piedras en el camino para que no pudieran llevar a cabo su cometido. Me lo contó personalmente un estudiante universitario que entró con una camada de contratados por Ibarra para renovar las inspecciones. Se encontraba con horrores en las cocinas de los restaurantes, estaba asqueado, porque era un muchacho decente, entendiendo por sus propios ojos que desde
cualquier época se aceptó cualquier cosa sin habilitarse correctamente.

Todos los locales habilitados que encontraba este muchacho debían haber sido clausurados inmediatamente. Pero, me decía, yo tengo órdenes de intimar a la gente y darle tiempo de que hagan su reconversión, pero me estoy cansando, ésto es más de lo que me imaginaba. Los tipos me miran, decía, como diciéndome de dónde saliste bicho raro, las reglas del juego son otras. Se nota que no me van a dar pelota, decía. Y me contaba de los cables colgando sobre ollas con comida hirviendo, de las telarañas en los techos que no habían sido nunca limpiados con un plumero, de las humedades y hongos en las paredes, de los tachos de basura infectos, de un estado tan catastrófico que era imposible de imaginar sobre todo, después de tantas inspecciones que habían tenido a través de los años, que constaban pulcramente en los Libros de Actas de estos comerciantes, donde se manifiesta que estaba todo "en orden".

Me consta que Ibarra trató por muchos medios de romper la mafia pero no pudo, y que cuando vió que la maraña era demasiado compleja, empezó por deshacerla del todo, impidiéndole a todos los Inspectores el contacto con el inspeccionado, mandando a todos y cada uno de los miembros de esas redes nefastas a salir de sus puestos y hacer otra cosa. La desaparición de esos perversos que nos chuparon la sangre toda la vida, que fue de un día para el otro, fue un oxígeno para los comerciantes que no hacemos nada con lo que peligre la vida de nadie, pero también para los que siempre violaron las reglas y ponen en peligro la vida de todos, porque ahora podían violarlas igual que antes, pero sin tener que pagar coimas. Nada era demasiado diferente para el ciudadano de a pie en esta historia que hubiera o no hubiera inspectores, que es lo pasó toda la vida. Yo, que sabía lo que son los Inspectores, pensaba en cuánta gente duerme tranquila creyendo que hay un Estado que lo protege. Nadie que no tuviera la experiencia directa se imaginó nunca lo que se cocinó siempre detrás de las inspecciones, cómo siempre se arregló todo con unos pocos pesos.

Mientras Ibarra trataba, el país se caía por efectos del menemismo. Los tiempos de la crisis económica ameritaron el esmero por cuidar otras urgencias que la inspección. Era un problema enorme poder pagar los sueldos de los empleados públicos, de los maestros, mantener los hospitales, en medio de una cesación de pago de impuestos de Ingresos Brutos generalizada en la Ciudad. Ibarra consiguió no tener que emitir cuasimoneda, único territorio donde siguió circulando el peso, cuando ni siquiera el Estado Nacional pudo sostenerlo. En todo lo más importante Ibarra fue eficiente. Pero no logró formar un Ejército de Inspectores que no fuera corrupto. Eso tarda mucho tiempo, no se hace de un día para el otro. Y la verdad, no se si podría hacerse en La Argentina, no lo creo, me es imposible siquera imaginarlo en la más remota fantasía. Es mucho más fácil formar un Ejército de Inspectores corrupto.

Y llegó Cromañón. Pero Ibarra no fue destituído por Cromañón, sino porque no sirvió para armar políticamente un entramado de sostén. Estaba muy solo con su alma, creído de que tenía suficiente poder, parado sobre un endeble punto de sustentación en equilibrio inestable, desafiando la ley de gravedad, cuestión que el primer viento fuerte lo volteó.

Cromañón le vino como anillo al dedo a las fieras, y a Ibarra se lo comieron sin mucho esfuerzo. El circo de la mayor hipocresía de la Argentina fue la Destitución de Ibarra, que se condimentó con discursos para el bronce en la Legislatura. Chivo emisario Ibarra, víctima de su incapacidad de armado político para sostenerse en el poder y resistir el embate de Macri y sus cuantiosos amigos "honrados e incorruptibles". La cruzada por la Justicia y por la Venganza contra el progresismo de los derechos humanos que simbolizaba Ibarra, que se ensañó contra candidaturas honestistas como la de Pati, la del genocida Bussi, o la de la mujer de Fernando Siro, veía llegada su "hora señalada". La Destitución fue articulada por Macri, que se puso de alfombra a este Ibarra incapaz de tener la necesaria mafia para contrarrestar a este empresario heredero de su padre y ávido de revanchas históricas como la de destituir a un progresista defensor de los derechos humanos.

Claro que si Ibarra no hubiera echado a los Inspectores mafiosos, hubiera estado comprometido seriamente. Gracias a que no se hicieron esas inspecciones, es que Ibarra zafó de la responsabilidad principal y se la delegó a funcionarios de segundo orden encargados de armar las inspecciones. Si se hubieran hecho esas inspecciones, se hubieran cobrado coimas para dar el visto bueno a Cromañón como estaba. Pero no se hicieron. Entonces Ibarra no pudo ser involucrado.

Ahora, nadie se pregunta si hoy los locales de recitales tienen asegurada la habilitación correcta. Ningún TNembaum le pregunta nada a Macri de eso. ¿Se hacen inspecciones Macri? ¿Puedo mandar mis hijos a todos los lugares? ¿Cómo sé si están habilitados?

Eso sí, él cuida mucho de que no se estacione mal. En cualquier hora de la noche viene la grúa y se lleva un auto mal estacionado. Y ahí se cobra mucha plata, sin necesidad de las coimas. A Macri seguro que no le van a pasar por encima inspectorcitos con negocitos de segunda categoría. Se terminó la hora de las ratas. Llegó la hora del gato.

Después de tanta corrupción de toda la vida, después de que los militares se vinieron a llevar decenas de miles de hijos de otros padres a la muerte frente a la vista de todos nosotros, después de que se cayó la República Argentina, ahora los padres de Cromañón quieren encontrar en Chabán y en Callejeros a los culpables dolosos de sus muertos. Pobres inocentes, no entienden quiénes mataron a sus hijos.

Chabán y Callejeros no son más que chivos expiatorios, será un acto de injusticia suprema aplicar a Chabán y a Callejeros la intencionalidad de matar al considerar delito "doloso" su responsabilidad en Cromañon para darle gusto a los padres. Ellos debieron ser acusados de muerte culposa. Tanto Chabán como Callejeros. Que no haya sido así, es un hecho escandaloso, insostenible y repudiable. La Justicia argentina ha renunciado a impartir verdadera Justicia. Y eso sigue siendo la peor de las condenas para la sociedad argentina.

Que hayan sentenciado por muerte dolosa a Chabán y al manager de Callejeros no resiste la más mínima lógica ¿Cómo entender que Chabán o Callejeros puedan ser acusados por muerte dolosa? Ellos estaban adentro del lugar. Si tuvieron intención de matar, ¿también tuvieron intención de sucidarse?

Además de ver el horror de las muertes de Cromañón, ¿tenemos que ver el triste espectáculo de la Justicia? ¿Qué va a pasar en la segunda instancia? ¿Llegarán hasta la Corte Suprema? ¿Por qué no se hizo lo que correspondía de una buena vez? ¿Por qué se le dejó al Fiscal acusar por muerte "dolosa"? ¿Quién tuvo intención de matar a los chicos de Cromañón?

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Pino Solanas, su política buitre y la resolución de Ballesteros

EN QUÉ CONSISTE LA POLÍTICA "BUITRE" DE SOLANAS 9/01/2010
Buitre, porque para conseguir el poder se alía estratégicamente con la derecha como un comensal, y la alienta al proceso de destruir al Gobierno creyendo poder así alzarse con el poder al fin de la destrucción, porque confía en que su discurso más verborrágico e incendiario que el de la misma derecha, va a poder eclipsarlo y finalmente va a poder liderar el último tramo de la destrucción y alzarse con el poder.
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RESUELVO: 1) SOBRESEER DEFINITIVAMENTE en la presente causa N° 14467(expte 7723/98) en la que no existen procesados (art. 434 inc. 2° del Código de Procedimientos en Materia Penal) 2) REMITIR copia de la presente resolución (mediante disco) y poner las actuaciones a disposición de las HONORABLES CAMARAS DE SENADORES Y DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LA NACION para su consulta o extracción de copias de las piezas procesales que se indiquen a los efectos que estimen conducentes. TEXTO DEL FALLO Leer comentarios

Cuentos de vida

12/02/2008 EL HOMBRE DEL PODRIDO TORNILLO(cuento)
Voy caminando sin mucho apuro para abrir mi óptica. Desde lejos veo que alguien que no conozco está frente a la puerta. El hombre consulta el reloj en su muñeca. Cruza los brazos sobre el pecho. Levanta la cabeza hacia el cielo. Baja luego la cabeza y mira sus zapatos. Descruza los brazos y mete las manos en los bolsillos. Termina la secuencia espasmódica descansando su esqueleto sobre un auto estacionado, mirando la puerta cerrada de la óptica. Vuelve a mirar el reloj. Sigue...
22/02/2010 - UN ÁNGEL EN COLECTIVO (relato)
Yo estaba tan embarazada, que había pasado la fecha de parto y mi familia me cargaba con la siguiente pregunta ¿y cuándo vas a parir? Y yo me reía, esperando que la naturaleza se ocupara en cualquier momento de que llegara mi bebé.
Lady D también estaba embarazada de su primer hijo. El papá de mi hijo decía que nuestro bebé tenía mejor ajuar que el hijo del Príncipe Carlos. Eran épocas de todo importado, y yo, eufórica por mi maternidad, había comprado el mejor cochecito de Harrod's y las ropas y utensilios para bebé, de lo más hermosos que encontré. Leer completo...
06/03/2008 - LOS GLADIOLEROS (cuento)
En el baño empezó a gotear la ducha. Hace de esto cinco años. Llamé a uno de esos brujos de la humanidad que atesoran saberes aquilatados y añejados en paneles de roble, uno de esos que miramos las mujeres agachando la cabeza, reconociendo nuestra inferioridad por efecto de la prueba contundente.
El plomero, que aparece con su bonete inmenso sobre el cual tiene una estrella, trae consigo herramientas que como la varita mágica, sólo obedecen a su secreto conjuro. La casa es un poco vieja, me dijo al irse, la próxima vez no le va a poder cambiar el cuerito a la canilla, va a tener que cambiar los caños. La sentencia estaba echada.
Cinco años después, es decir, ahora, se volvió a romper el cuerito y volvió a gotear la ducha. Leer más...
9/10/2008 - LOS JUDÍOS Y LOS REYES MAGOS (cuento)
Era la mañana del 6 de enero de 1954. Verano. En ese año yo iría al colegio por primera vez. Era la hija mayor de un matrimonio de judíos polacos inmigrantes. Teníamos un local de comercio seguido de vivienda, como había entonces. En el local, estaba mi papá. En la cocina de la vivienda, estaba mi mamá haciéndome el desayuno. Mis dos hermanitos, de 3 y 4 años, estaban aún en las cunas. Yo desayuné, y como hacía todos los días, salí a la calle a jugar con mis amiguitas. Serían las 10 de la mañana. Salgo a la calle y lo primero que veo es que todas mis amiguitas están juntas, y tienen algún juguete en la mano. Me extrañó muchísimo.
La Susi, mi mejor amiguita, tenía una enorme muñeca de trapo que yo no conocía, y la abrazaba y la ponía en el suelo a caminar, y la muñeca blanduzca se bamboleaba sacudiendo las trenzas rubias de hilos de lana de tejer.Leer Más...
16/09/2008 - MI LIBRO DE LECTURA DEL 55 (cuento)
El 16 de septiembre de 1955 yo tenía siete años, y estaba en "primero superior" (hoy segundo grado) de la escuela primaria.
La Revolución Libertadora trajo un cambio a la Escuela. Desaparecieron los carteles que cubrían las paredes en su parte superior tocando el techo de mi aula. De letras inmensas, decían "Segundo Plan Quinquenal-Perón cumple-Evita dignifica". La palabra "quinquenal" me encandilaba con sus sonidos juguetones, y no entendía bien qué quería decir "dignifica".
La presencia de Perón y Evita se trocó por paredes ascépticas, vacías, que me impresionaron cuando volví a la Escuela, después de unos días de asueto. El retrato de San Martín lucía ahora solitario y único símbolo del aula, como frío testimonio en blanco y negro de una historia lejana, sin la companía de aquellos carteles de colores alegres, de fondo amarillo y letras rojas, que representaban cosas del presente. Leer más...
13/11/2008 - GUEFILTE FISH (cuento)
Como yo soy la intelectual de la familia, mi cuñada Rivke me tiene envidia. ¿Qué creías? Te voy a contar lo que pasó. Era Rosh Hashaná y mamá invitó a hacer fiesta en su casa. Yo no le dije que no, ¿qué, acaso quiero cocinar para diez personas? Si a ella le gusta, que lo haga ella. El día que no esté mamá, va a ser otra cosa. Ahí voy a tener que cocinar yo, porque no voy a esperar que mi cuñada aprenda a cocinar, ni voy a comer esas porquerías que hace que no tienen gusto a nada.
Bueno, te estaba diciendo. Resulta que me puse a leer la historia del guefilte fish, en un libro antiguo de cultura idish. Vos sabés que a mí me gustan los libros, no voy a dejar de leer libros sólo para que mi cuñada no se sienta mal. Entonces leí que el guefilte fish estaba formado por tres distintas clases de pescado por una razón. Yo siempre me pregunté cuál serìa la razón de que fuera necesario hacerlo de distintos pescados. Leer más...
24/12/2008 - UN CUENTO DE NAVIDAD (cuento)
A pesar de ser judía, celebré Navidad mientras duró el matrimonio con el padre de mi hijo, que murió en el año 1994. Era gallego, socialista y agnóstico, pero le encantaba la Navidad, una costumbre que su madre engalanaba con una enorme Empanada a la Gallega que quedó en la memoria de sus cinco hijos. La Empanada a la Gallega de Doña Encarnación, a quien no tuve el gusto de conocer porque llegué tarde a la vida de esa familia, se repetía cada Navidad, con el consiguiente comentario obligado, “nada que ver con la que hacía la vieja”.

Mi nene era muy chiquito, recién ese año se había dado cuenta del personaje de Papá Noel. Su papá se disfrazaba y hacía las delicias de todos los chicos. Le habíamos dicho que iba a venir Papá Noel, con una bolsa de regalos. Leer más...
04/05/2008 - BUNGE ME SALVÓ LA VIDA (relato)
Bunge me salvó la vida con el mismo extraño mecanismo con el que mi hermanito descubrió la palmeta. Primero cuento la historia de mi hermanito. Después retomo con Bunge.
Capítulo 1. El extraño caso de mi hermanito y la palmeta
Un día apareció Raid.
Un aviso novedoso decía por televisión: ¡con la palmeta NO! ¡Llegó Raid! y aparecía en un dibujo animado, una palmeta estrellando insectos en la pared enchastrada de moscas aplastadas, y luego una señorita disparando el Raid por el ambiente. Mi hermanito y yo estábamos mirando televisión, y ambos nos asombramos. Leer más...